Cuando una imagen supera el máximo de información que el cerebro puede asimilar (estimado en 4 bits/seg), se produce una especie de “stress” visual, el panorama perceptual se vuelve caótico y la lectura ordenada del paisaje se hace imposible.
Por otro lado, cuando la riqueza de la imagen no alcanza un mínimo de información (alrededor de 0,4 bits/seg), la atención decae y los reflejos se embotan [2].
Los carteles en las rutas suelen ocultar características del recorrido, como curvas y cruces, incrementando así la probabilidad de accidentes.
El contenido visual de los mensajes publicitarios en rutas y calles también suele ser un importante factor distractivo. Los anuncios tratan de ser cada vez más atractivos y se apela a efectos tales como diseño, color, luz, movimiento, tamaño. A su vez, el contenido intenta cautivar la atención del automovilista o del transeúnte, evocando emociones profundas o apelando a la desnudez, el sexo o la violencia.
[1] Impactos ambientales
“contaminación visual”
http://www.estrucplan.com.ar/producciones/entrega.asp?identrega=826
[1] Impactos ambientales
“contaminación visual”
http://www.estrucplan.com.ar/producciones/entrega.asp?identrega=826
[2] Impactos ambientales
“contaminación visual”
http://www.estrucplan.com.ar/producciones/entrega.asp?identrega=826
No hay comentarios:
Publicar un comentario